Dharana
La concentración. Cuando llevamos la atención hacia el interior, suele ocurrir que descubrimos la cantidad de molestias físicas o pensamientos que cruzan nuestra mente sin descanso. Para empezar a detener esa fluctuación, utilizamos diferentes técnicas de concentración, intentando acostumbrarnos y aprender a llevar toda nuestra concentración hacia un punto determinado. Se suele trabajar fijando la mente en un objeto invariable, como una vela, una flor, un mantra o un mandala, para evitar que la mente se disperse.